Desde Julana vemos con mucha preocupación los costos ambientales y sociales que generará la Ley de Riego, además de su insconstitucionalidad al abrir el mercado del uso y manejo del agua. Una ley que fomenta el agronegocio, intensificando la producción de monocultivos (soja, arroz, eucaliptus, etc) y con ellos la aplicación de más agrotóxicos, a costa de represar nuestros cursos de agua dulce sin establecer los controles necesarios. Este es un modelo de “desarrollo” que favorece a unos pocos, expulsando a los pequeños productores, extranjerizando la tierra y generando más desigualdad.
Uruguay votó por mantener su soberanía en el uso del agua y esta ley no lo está contemplando, por esto es tarea de tod@s – no solo de los legisladores – difundir, problematizar y exigir más discusión sobre el tema.
Compartimos el análisis de la ley que hacen los amigos de Redes – Amigos de la Tierra Uruguay.
El agua es un bien común, no un servicio para unos pocos!