El agua para nosotrxs es un imponderable y es imprescindible para sostener la vida. Cuando algo tan sagrado como el agua se mercantiliza, se le pone precio, se compra y se vende, dice mucho de quienes lo hacen. Nos dice que no valoran la vida, que será – y ya lo es – un privilegio para quienes puedan pagarlo y quienes no puedan, sufrirán las consecuencias. Hoy la situación de nuestras aguas duele y se refleja en la salud comunitaria y ambiental en general.
El 22, dÃa del agua, marchamos juntx a todxs lxs que piensan que el agua es vida si está sana y cuidada.
El agua no se vende, se defiende!